miércoles, 23 de marzo de 2011

Printemps

Los primeros rayos de sol de la primavera atraviesan la piel como si de una inyección llena de adrenalina se tratase. Tibios y radiantes se posan en tu cara provocando una sonrisa que precede a un suspiro lleno de energía (de esa que ni se crea, ni se destruye, sólo se transforma). Los almendros desprenden un delicado olor a miel que perfuma toda la calle y las hormonas se remueven por dentro buscando miradas, sonrisas, palabras.

La ciudad vibra, resplandece, el agua arrulla, los mirlos cantan, y las primeras pieles desnudas comienzan a salir de su letargo invernal despojándose de sus jerseys.

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