domingo, 4 de diciembre de 2011

Good friday


Me dices ‘Rococo’ con  tu perfecto acento inglés, como si tu voz saliera de una cinta de Listening, y me da tanta risa que casi me caigo de la cama y estando desnuda no habría querido caer encima de una de tus múltiples cajas llenas de libros, vinilos y demases posesiones.  Debimos ser la única pareja hombre-mujer de ese pequeño bar rojo. Me has mirado a los ojos, a los labios, a la tripa, a la espalda y a todas las partes de mi cuerpo, 30 horas son muchas miradas.  Y en esas 30 horas, he debido sonreírte durante todas las que he estado despierta, sin poder evitarlo. Y me he intentado ir tres veces y no he podido. Y no he querido.  La nieve nos estaba esperando esta mañana en tu ventana.