domingo, 27 de febrero de 2011

Viajar, caminar, hablar, comer, reír, caminar, viajar.
Y llegar a casa con esa sensación que te encoge el pecho.
Cuyo motivo
se te escapa por completo.

¿Mariposas que no pueden volar?
O tal vez ¿desacuerdo con uno mismo?

1 comentario:

  1. A veces las dos cosas son lo mismo, sobre todo si las mariposas vienen a destiempo.

    Un saludo.

    ResponderEliminar